Nuestros sentidos nos dan la información acerca de las condiciones físicas de nuestro cuerpo y del ambiente que nos rodea. De esta forma, nuestro cerebro analiza y utiliza cada estímulo recibido para permitirnos entrar en contacto con el entorno y responder de manera adaptativo.
En este sentido, una respuesta adaptativa integra un propósito y una meta. Por ejemplo: Comer una variedad de alimentos es adaptativo. No comerlos, ya sea por intolerancia a ciertas texturas, olores o sabores, no resulta adaptativo. Si bien es cierto que la mayoría de las personas podemos no tolerar o rechazar algún alimento, siempre es importante evaluar en qué medida una conducta puede interferir de manera negativa en el desarrollo de un individuo.
Hay quienes tienen una óptima organización sensorial, otros la tienen promedio y otros requieren de un empujón extra. Si el cerebro no hace un buen trabajo al integrar las sensaciones, interferirá con algunos aspectos de la vida de la persona, debido a que habrá mayor esfuerzo y dificultad; y menos éxito y satisfacción.
Por todo esto, y con el fin de favorecer una adecuada organización sensorial, es importante proveer a los niños de diferentes experiencias sensoriales, que pueden ir desde: llevarlos al parque, jugar con semillas (ej. arroz, lenteja o frijol), manipular instrumentos musicales, sentir texturas suaves y rasposas, adivinar olores o invitarlos a probar una variedad de alimentos.
Ahora, ¡¡ te invitamos a que lleves a cabo algunas de esas actividades!!
En IDEA edukativa contamos con Taller de Psicomotricidad y clases de Estimulación Temprana individuales. Apunta a la prevención.
Mtra. Arani Darinka González Soria
Maestría en Psicología, residencia en Educación Especial
Especialidad en Intervención Clínica con niños y jóvenes
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